Una ponencia muy enriquecedora. Me sumo al interrogante del final "¿cuántas Marta Carrillo habrá habido y no sabemos nada de ellas?" Por desgracia el trabajo de las mujeres era invisible. Menos mal que muchos de estos trabajos quedaron documentados y por fortuna hoy día podemos conocer a estas excepcionales mujeres y Enfermeras.
Muchas gracias por la ponencia, muy interesante. No conocía la figura de Marta Carrillo y me ha parecido muy enriquecedora, totalmente de acuerdo con Manuel en recordar y visibilizar tantas Martas que pasaron al olvido.
La historia de Marta Carrillo es la de una luchadora por expandir los horizontes de las mujeres en el siglo XVII. Tremenda lucha! y la llevó a cabo brindando todo su amor a los humildes, marginados, tal vez interpretando sus dolores desde su propio dolor.
Muchas felicidades y muchas gracias por su ponencia. Para mí ha sido un auténtico descubrimiento. No conocía la obra y vida de Marta Carrillo. ¿De qué manera describiría usted en el momento actual ese ingenio de las mujeres que describe en su ponencia para superar los limitantes que la sociedad sigue imponiendo? Muchas gracias.
Llama la atención que Marta Carrillo no fuera conocida en la historia de la enfermería, ya que, no solo abrió las puertas de su casa a los enfermos, sino que buscó hasta encontrar el lugar idóneo para poder desarrollar su profesión como enfermera. Fue una gran gestora, una figura de referencia hoy día.
Gracias Manuel por contar la vida de Marta Carrillo, enhorabuena.
Profesor Amezcua, un excelente trabajo. Hace años que estando en Cabra ya nos contó algunas cosas de Marta. Desde entonces ha investigado mucho y me encanta ver como va haciendo visibles aquellas mujeres que lucharon por tener una vida rica y deseada con bien social no sin altos sacrificios. Enhorabuena. Abrazos saludables
Estimado Ramón, La biografía de Marta Carrillo parece predestinada hacia su vocación como enfermera, ya que desde que nació, cómo única hija de la familia, estuvo bajo la influencia de su madre, una mujer de clase noble que tenía una acentuada dedicación a las obras de caridad. Tengamos en cuenta que Marta fue casada aún siendo niña (12 años), por lo que no extraña que siguiera la estela de su madre. Sin embargo, lo que destaca en ella es su inclinación al cuidado específico de enfermos y heridos, una tarea que desarrolla en Granada y que probablemente esté influenciada por la fama de Juan de Dios, el gran inspirador de otras trayectorias como la de Marta.
En cuanto a hacerlo dentro de la Iglesia, hay que tener en cuenta que esta institución tenía competencias exclusivas sobre la supervisión de todas las obras asistenciales, fueran laicas o religiosas, por lo que no extraña que Marta lo hiciera acogiéndose a los terciarios. Además, el contexto eclesiástico proveía de recursos para sustentar estas iniciativas, pues se sostenían a través de la limosna. Pero llama la atención que Marta optara por los terciarios, una orden secular, o sea, que podía moverse libremente fuera de los muros de un convento, algo impensable en las religiosas de su época, que tenían impuesta la clausura.
Elogiar al ponente por esta presentación. Agradecer a todas y en este caso a Marta castillo por su vida y vigencia y lucha ardua y difícil.gracias por esta memoria histórica.
Como siempre un placer escuchar el discurso pedagógico que hace Manuel de cualquier aspectos de nuestra historia como profesión. Interesante el poder comparar conceptos históricos como son las obras de misericordia con los actuales conceptos de necesidades humanas básicas. La reflexión planteada sobre la invisibilidad de muchas mujeres dedicadas a este tipo de obras, nos hace pensar que evidentemente, como señana Manuel, muchas Martas habrán existido y que han quedado en el olvido colectivo.
Me corresponde primeramente elogiar en el ponente la sapiencia y el don de la palabra. Mi pregunta versa sobre cómo después de enviudar Marta Carrillo emprende el cuidado de enfermos y otros caídos en desgracia y cómo de manera casi disfrazada busca legitimar sus vocación de cuidado bajo los auspicios de alguna Orden Religiosa. ¿Nuestra protagonista plasmó documentalmente en algún momento su progeso y sentir religioso/espiritual o podríamos presuponer que su ardiente deseo de ser enfermera enfatiza aún más aquellonde que para ella "el fin justificó los medios"?