En el caso de los ciudadanos ante la pandemia, determinados grupos interaccionan dentro del sistema social de formas que se retroalimentan, al principio sin aparentes consecuencias, pero al final, si estas dinámicas no se corrigen, pueden generarse rupturas o cismas entre ellos.
Esto lo denominó Gregory Bateson “cismo-génesis”. Los sistemas de relación entre sujetos o entre grupos tienden a cambiar progresivamente de forma que las relaciones se retroalimentan entre sí.
Puede haber cambios en los que una conducta de un grupo fomente su superioridad, y la del otro grupo fomente su sumisión. Ese tipo de cambios complementarios y progresivos se denominarían “cismogénesis complementaria”. Esto si se lleva a un límite nos lleva a un “divorcio” o cisma entre sujetos o grupos.
En nuestro caso concreto, como enfermeras, podemos ver la cismogénesis entre profesiones donde las relaciones entre ellas tienden a ser progresivamente asimétricas. Como podría parecer que ocurre dentro de las relaciones de hegemonía-subalternidad que se dan entre la profesión médica y otras subalternas dentro de su mismo campo como la profesión enfermera.
También puede ocurrir entre grupos sociales, entre clases sociales, o entre grupos sociales de diferentes edades. Este podría ser el caso de los jóvenes a los que hace referencia esta ponencia. Se podría estar larvando una cismogénesis entre diferentes generaciones de nuestra sociedad dado que se han ido perdiendo los mecanismos culturales de integración intergeneracional. Ahí, las TICs tal vez tengan un papel de aceleración de la cismogénesis social entre los jóvenes y sus mayores.
Incluso, dado que este es un foro de enfermeras, se podría apuntar que el surgimiento de diferentes perfiles de especialización profesional no reconocidos de igual manera entre sí, ni entre ellos y las enfermeras no especialistas, pueden llevarnos progresivamente a una “cismogénesis” profesional entre los diferentes perfiles profesionales de la enfermería. Sin embargo, en este caso, no quedaría tan claro si la espiral de realimentación cismogenética es entre grupos de desiguales o de iguales.
En relación a esto, Bateson define otro tipo de cismogénesis que se daría entre individuos o grupos “simétricos” que actúan competitivamente de igual a igual entre sí (y no en roles de asertividad/sumisión como se planteaba más arriba). Esta retroalimentación de relaciones competitivas entre iguales tiende a generar unas escaladas que terminan rompiendo las relaciones, produciendo también otro tipo de cismogénesis llamada “simétrica”. A mi me vienen a la cabeza las tensiones in crescendo que se daban entre mis tíos cuando intentaban actuar todos a la vez como “machos alfa” en las cenas de Navidad en la familia extensa de mi padre antes de que mi abuela falleciera.
A nivel social tanto el efecto Trump, en USA, como el efecto Brexit, en el Reino Unido, parece que se ajustan muy bien a este marco explicativo de la cismogénesis. Incluso se podría apuntar que es muy fácil generar dinámicas cismogenéticas para conseguir resultados miopes a corto plazo, pero que es muy difícil revertir esas dinámicas fragmentadoras una vez que se han puesto en marcha. Hoy en día las TICS, las redes, la velocidad, la superficialidad, el positivismo científico y educativo, la anonimización de las relaciones económicas, la pérdida de referentes intrasubjetivos, intrafamiliares, y sociales, hacen que la cismogénesis sea una potente y rápida tecnología de gobierno utilizable con diversos fines.
Tanto en el primer tipo de cismogénesis, la “complementaria” (asertividad/sumisión [+/-]), como en la “simétrica” (jactancia/jactancia) [+/+], si no se dan mecanismos individuales o grupales que frenen la escalada el sistema tiende al cisma, a la ruptura.
Estos mecanismos anticismogénicos suelen tener, en sociedades que no cambian tan rápido como las nuestras, profundas raíces socioculturales aprendidas, basadas en nuestra educación emocional, en nuestras normas implícitas, en nuestra ética, en nuestros principios familiares, sociales, o profesionales. Todo ello nos hace o bien buscar soluciones, o aguantar y aguantar (como siempre han hecho nuestras mayores) para que los sistemas (familiares, de pareja, o profesionales) no se rompan. ¡Claro! Lógicamente, en un mundo superficial, sin raíces, sin socialización emocional, los procesos cismogénicos se aceleran y se metastatizan.
El hecho de vivir en sociedades “anómicas”, sin referentes, sin tradiciones, y en las que no hay ya tanto de ese “pegamento” que permite la cohesión entre sus individuos, augura un mal futuro de cara a frenar las mútiples cismogénesis, de pareja, interétnicas, profesionales, entre comunidades autónomas, o entre diferentes generaciones, que se nos vienen encima.
https://es.qaz.wiki/wiki/Schismogenesis
https://croniquessubsidiaries.org/2017/11/18/sabes-lo-que-es-una-cismogenesis-estas-viviendo-una-grande/
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