Mayores de las residencias, ¿ciudadanos de pleno derecho?
Carmelo Gómez Martínez
Enfermero Especialista en Geriatría y Catedrático de Humanización y Cuidado a Personas Mayores-UCAM
Palabras clave:
Ancianos, Mayores, Residencias
Resumen
Biografía del autor/a
Carmelo Gómez Martínez, Enfermero Especialista en Geriatría y Catedrático de Humanización y Cuidado a Personas Mayores-UCAM
Catedrático de Humanización y Cuidado a Personas Mayores-UCAM Doctorado en CC Sociales y de la Salud-UCAM Presidente Sociedad Murciana de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (2015 hasta act.) Vocal Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica Miembro Grupo de trabajo de Ética de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología Presidente del Comité de Ética Asistencial Mensajeros de la Paz Murcia (2007 hasta act.) Presidente de ARSALU (Asociación de Residencias Sin ánimo de Lucro de la Región de Murcia) Director Centro de Escucha San Camilo-Mensajeros de la Paz Murcia Enfermero asistencial 1999-2005 en residencia de mayores Director enfermería/director técnico 2005-2008 Coordinador Sociosanitario 2008-act. Profesor universitario 2008-act. (asigs. Comunitaria, Enfermería Geriátrica, Cuidados Paliativos) Profesor en el Master de Geriatría y atención a la Dependencia de la UCAM Profesor en el Master de Enfermería Geriatría de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología
Enhorabuena por su presentación. Coincido totalmente con usted en que efectivamente esta pandemia nos ha puesto al descubierto el abandono que historicamente han sufrido los ancianos ingresados en residencias de ancianos. La actual situación nos ha mostrado que aquellas residencias que funcionaban bien y estaban bien gestionadas han salido adelante con una actitud admirable, pero también hemos observado la, por desgracia, cara menos amable de muchas residencias caracterizadas por el hacinamiento, y el trabajo con una dotación de profesionales insuficiente. Ojalá todo esto nos sirva para reflexionar, y a las autoridades para introducir por ley las medidas correctoras que sean necesarias.
La pandemia, a nivel mundial ha puesto al descubierto una serie de problemas de tipo socio económicos, políticos y éticos y; dentro de ellos, la situación de las personas de la tercera edad que viven en ambientes residenciales. Si vivir aislados de los familiares ya es muy difícil, ha sido mucho más hacerlo dentro de un contexto en que todo los sistemas se han visto superados por la pandemia del Covid 19. En el aspecto netamente sanitario, no se puede aceptar que estas residencias se encuentren desligadas del sistema de salud comunal, que una enfermera atienda a 100 residentes durante cinco horas y que la atención médica en la residencia no llegue ni tan siquiera al nivel de atención primaria. Más criticable es aún, el hecho que durante la pandemia, la comunidad haya decidido que no se destinen camas UCI a pacientes mayores de 80 años y que los médicos, dado el caso, deberían preferir la atención a los que más pueden aportar a la sociedad, es decir. preferir a los jóvenes y dejar a los ancianos a su suerte. Dentro de este contexto es lamentable el que las enfermeras, por miedo o por falta de ética profesional, hayan abandonado las residencias sin importarle si alguien se quedaba o no al cuidado de los residentes. Esta experiencia, en mi concepto, plantea dos preguntas concretas: Qué hacemos con los adultos mayores y con la formación de las enfermeras que de esta experiencia no han salido bien libradas? Debemos valorar a los ancianos como seres humanos o como elementos que sólo ocasionan gastos a los Gobiernos? El hecho de haber decidido que para los mayores de 80 años no se destine camas UCI, es una muestra clara de que los ancianos resultan siendo una rémora para la sociedad. Si vivir con sus enfermedades es difícil, lo es mucho más cuando la sociedad les da a entender en términos concretos de que ellos resultan sobrando y que mejor sería que murieran. La situación de las enfermeras, plantea interrogantes sobre su formación académica y ética. De ninguna manera se puede dejar de atender como seres humanos, aún cuando ellos sufran de demencias seniles. Los gobiernos deben dejar de considerar las residencias como simples antesalas de la muerte. Allí viven personas con los mismos derechos que los gobernantes y que todos los demás.
Gracias por el taller, que importente es recordarnos los derechos de este grupo. Al ser pacientes más frágiles, desgraciadamente tendemos a olvidarnos de la misma capacidad de derechos que tienen.
Una vez mas se hace evidente la falta de atención en una de las poblaciones mas vulnerables en nuestra sociedad nuestros adultos mayores y la verdadera realidad solo la conocen aquellos quienes estamos día a día confrontando la situación, por lo tanto no nos quedemos callados debemos de ser el vehículo por el cual se encuentren las soluciones y así contribuir en el mejoramiento de las condiciones de nuestros adultos mayores y desde luego de las nuestras para desempeñar nuestras labores. Excelente tema felicitaciones.
Me ha encantado su taller. Realmente expresa claramente lo que se vivió. En mi caso, fui voluntariamente desde atención primaria a una residencia de mayores con 60 personas infectadas por Covid que fue medicalizada. Estuve un mes allí y acabé muy quemada, entre otras cosas por la visión tan distinta de los internistas, los cuales sólo pensaban en "salvar vidas" a costa de todo... Y también hubo dificultades con una de las enfermeras encargada de la residencia porque decía creía que se estaba duplicando el trabajo. Realmente la entendí y con el resto de las enfermeras de la residencia no hubo complicaciones. Por desgracia, a pesar de que lo hice pensando sobre todo en ayudar a los residentes y también al personal, no volvería a hacerlo actualmente. No estaría preparada tras lo quemada que terminé allí, necesito tiempo y que se tuviesen en cuenta la visión de la enfermera y los cuidados paliativos en ciertos casos.
Las residencias y los ancianos han sido los grandes olvidados en esta pandemia. Ya lo eran antes de la misma, pues las administraciones públicas no respaldan ni económica ni políticamente a nuestros mayores. Falta una mayor implicación y apoyo, faltan recursos humanos y materiales... Como enfermera que ha trabajado en residencias, se genera una gran impotencia no poder atender a los residentes como se merecen, no tener tiempo para ellos, no poder llegar a todo. Es una sensación de gran frustración, malestar, rabia.... y al final, acabas abandonando el puesto de trabajo, porque a todas esas emociones, hay que sumar el poco reconocimiento y no solo económico, sino de todo tipo que se genera. No me quiero imaginar cómo habrán vivido los trabajadores de residencias durante esta pandemia; y cómo lo habrán hecho los abuelitos, solos, desamparados, sin poder ver a sus familiares, con mucha tristeza y pena.
En fin, que hay que darle mucho más valor a nuestros mayores, que son ellos quienes han luchado y sacado el país adelante, y que con sus vivencias, tenemos mucho que aprender de ellos. Enhorabuena por la ponencia!
En este taller se ha hablado sobre la evolución que ha habido desde antes de la pandemia hasta el momento en el que nos encontramos. Las residencias son hogares para nuestros mayores, no son centros sanitarios. Antes de la pandemia la vida en las residencias era normal, iban al cine, participaban en talleres, tenían contacto físico con sus familias, etc. El trato de los sanitarios hacia ellos era (y lo ha seguido siendo) cercano y familiar, sin EPIs de por medio. Cuando empezó el estado de alarma, al cerrarse las residencias al no tener contacto con sus familiares, etc. nuestros mayores lo pasaron mal, los cuidados cambiaron y no había contacto con los demás ancianos, solo con sus compañeros de habitación (si los tenían). Los profesionales que trabajan en ellas durante ese periodo estaban al límite tanto física como emocionalmente. La mayoría de las muertes surgieron dentro de estos centros, nuestros mayores morían incluso sin tener la oportunidad de desplazarse a una UCI, morían solos en sus habitaciones sin que su familia pudiera despedirse, sin poder hacer ese duelo tan necesario; y los sanitarios sufrían por esa situación, esa situación en la que no podían hacer nada, solo la de acompañar a esa persona en sus últimos momentos. La visitas se permitieron y cambiaron teniendo sus medidas de seguridad. Las medidas sanitarias se basaron un poco más en el ámbito político, hubo escasez de pruebas de cribado entre los profesionales. Pero enfermería estuvo ahí, trabajando, cuidando y acompañando. Hubo también una discriminación sanitaria y social, hubo miedos, estigmatizaciones, etc. Hubo muchas y aún existen muchas situaciones difíciles tanto para los sanitarios como para los residentes, pero entre todos pudieron y podremos salir adelante.
Buenas tardes
Enhorabuena por la ponencia.
Los mayores son nuestro pilar, nuestro espejo donde mirarnos y creo que ha quedado claro en esta pandemia que son los más vulnerables y los que debemos de cuidar incondicionalmente porque son los que nos han dado principios, valores.... vamos nos han creado como somos hoy día
Gracias por los conocimientos aportados
el trabajo que se desarrolla con os adultos mayores que viven en residencias, implica una labor integral donde la enfermera y personal relacionado con su cuidado realiza acciones encaminadas a mejora el area física, mental y social. EN el contexto de la actual pandemia los adultos mayores han sido las mas afectados sobre todos quienes viven en residencia o asilos, separados de su familia. Esta situación repercute emocionalmente ya que el aislamiento social decretado por la autoridades sanitarias impide el contacto físico con sus familias. Por lo cual es necesario buscar alternativas que puedan mantener la comunicación además de favorecer su atención.
Felicitaciones por tu presentación, agradezco toda la información brindada y las reflexiones que nos dejas frente a este importante tema. En nuestro país, la situación en aun más critica, las residencias en su mayoría son de tipo privado y sufren la ausencia del estado, su normatividad es escasa y sus lineamientos para la atención bastante precarios, por lo tanto nuestros mayores han sufrido en mayor medida el aislamiento y la soledad con la pandemia . Por lo tanto dentro nuestros retos esta fortalecer las políticas públicas que den respuesta a la atención y cuidado integral de las personas mayores, bajo coordinación socio- sanitaria y desde la académica debemos fomentar desde el pregrado la importancia de formarnos como especialistas en geriatría, ya que no contamos con este tipo de programas por falta de demanda de aspirantes y no es reconocida la importancia de brindar cuidados e integrales y humanizados en esta población.
excelente presentación a m en lo personal me deja intrigada y con mucho que reflexionar , por todos nuestros adultos mayores que se encuentran en las residencias la forma en la que han vivido esta pandemia , la forma en lo que la plasma , es para tener conciencia como es que ellos se siente , como usted dice en este momento no sirven de nada los aplausos para el personal de salud los aplausos son para ellos .
Gracias por su presentación profesor. Quiero destacar la falta de inversión tanto en la pública como en la privada en personal. Son personas que requieren de una mayor atención y cuidados que muchas veces necesitan de varios profesionales para cada intervención que se les realiza. Es normal en la jornada de la residencia que no se de a basto, por ello, muchos profesionales no quieren trabajar en este campo, pues conocen la realidad. Diría a los políticos que pensaran en sus mayores que han aportado mucho a la sociedad, estén o no enfermos y no tanto en seleccionar personas válidas
Enhorabuena por su exposición. El taller me ha encantado. Se ha reflejado muy bien la vida y el cuidado en las residencias. Desde hace quince años trabajo en una residencia especializada en Alzheimer y no he podido evitar emocionarme con su exposición porque me he sentido muy identificada. Esta situación de pandemia ha supuesto un duro golpe para todos. Tanto para los ancianos como para los familiares y el personal que nos dedicamos a sus cuidados. Entre otros muchos cambios que hemos tenido que sufrir para adaptar la vida en la residencia a la situación, y para reducir riesgo de contagio, está la supresión de las visitas y el distanciamiento social. Esto ha supuesto que el anciano se sienta sólo y ha dado lugar a situaciones de depresión, de cambios en la conducta, e incluso de un mayor deterioro cognitivo. Por nuestra parte, se ha hecho todo lo posible por acercar distancias, haciendo videollamadas con los familiares e intentando ocupar su tiempo con otra serie de actividades, pero es muy difícil sustituir el abrazo de un hijo por un beso lanzado desde una pantalla de ordenador. Inevitablente esto nos pasa factura a todos. Las medidas de contención del virus que se han llevado a cabo están enfocadas desde mi punto de vista, desde un modelo Bio - médico, y no desde el modelo bio-psico- social. Por eso el personal de enfermería de las residencias, tenemos que hacer un esfuerzo añadido para cubrir esas necesidades psico- sociales que han quedado en segundo plano.
Personalmente me da mucha pena que la sociedad haya aislado socialmente a los ancianos durante esta pandemia, ya que nos hemos centrado más en aspectos médicos que sociales, cuando en realidad, la mayoría de residentes necesitan más estos últimos.
Estimado Rafael, has hecho un excelente resumen de parte de mi ponencia. Me alegra que el mensaje haya llegado con esta claridad. Ahora espero que cale...
Estimada Marta, gracias por tus palabras. El cambio legislativo lleva siendo reclamado por el sector asistencial de residencias marcianas casi desde que salió publicado en el año 2005. Diferentes gobiernos regionales han declinado esta enorme responsabilidad. Desde mi particular punto de vista esto ha ocurrido debido a que cualquier cambio legislativo que hable de mejorar la calidad de los servicios prestados debe ir acompañado inevitablemente por una mejora de las partidas presupuestarias dedicadas a sufragar este tipo de inversión. Sabemos qué es lo que falla en este sistema, desde hace años. Ahora necesitamos que alguien se responsabilice de ese cambio y que lo financie para que no quede en agua de borrajas. Esperamos que en esta legislatura esta normativa vea La Luz, al menos es lo que nos han dicho desde altos estamentos de la Consejería de Política Social.
Apreciado Victor, tal y como dices la situación de soledad y abandono se ha exacerbado durante la pandemia, pero esto no ocurre solo a nivel social. Recuerda que en mi ponencia hago bastante hincapié en la situación de desamparo sanitario que muchas residencias han vivido en sus propias carnes ya no por una imcompetencia de alguien en concreto, sino de todo un sistema de atención, el de Atención Primaria, que nunca se hizo cargo ni de facto ni en su cara de supervisión, de los cuidados y la atención de los mayores de las residencias. Aun durante estos días me he encontrado con compañeras, pocas, que refieren no tener la obligación de ir a la residencia a ver a nadie, aunque esté dentro de su cupo. Creo que no es una cuestión de querer o no querer sino de desinformación acerca de las limitaciones de un sistema de provisión de cuidados sanitarios complementario al de carácter social, que es el que verdaderamente debe procurarse en una residencia, esto es, una institución social.
Gracias y saludos
Apreciada Aurora, gracias por tus palabras de aliento. Dices muy bien. La figura de la enfermera en las residencias nunca ha sido tenida lo suficientemente en serio. Es una pena que hayamos debido sufrir una crisis sanitaria sin precedentes en los últimos 70 años para que nos hayamos percatado de la relevancia de la enfermería. Es un problema con diversas y numerosas caras, entre las que destacaría la de naturaleza laboral, la profesional y la personal. No es tan fácil como creemos. Pero para comenzar estaría bien que a nivel laboral las condiciones de trabajo de las enfermeras estuvieran mucho mejor retribuidas; no es aceptable que haciendo el mismo trabajo, y en ocasiones mejor (por la especificidad de los cuidados prestados), que otras compañeras en otros servicios la diferencia salarial esté cerca del 40%. Además debe promocionarse la figura de la enfermera especialista en geriatría tanto en su reconocimiento en las tablas salariales de los convenios colectivos del sector, como en la puntuación en bolsa pública de empleo. Es importante destacar que si bien la incorporación inmediata de enfermeras especialistas podría ser un problema debe marcarse un periodo ventana en el cual las enfermeras no especialistas que trabajen en residencias deben recibir formación adecuada, especializada, con un aval adecuado y necesario por parte de estamentos especializados tales como los Colegios de Enfermería y las Sociedades Científicas Enfermería Geriátrica. Estos serían pequeños pasos pero cruciales para seguir haciendo sendero.
Gracias y saludos
Estimada Diana, claramente los mayores tiene gran capacidad de adaptación (han tenido toda una vida para entrenarla) pero esto no puede ser asumido como una capacidad lograda sino como un proceso que dura toda la vida. En este sentido, hay mayores a los que el estrés sobrevenido con las medidas adoptadas para prevenir en contagio por COVID-19 les ha sobrepasado; y esto ha ocurrido tanto en residencias donde hay equipos multidisciplinares como en casa, solos sin nadie que les atendiera de manera regular. Como bien dices han habido muchos muertos entre las personas mayores que vivían solas en casa, o en pareja. En estos casos poco se ha podido hacer más allá de obtener algunos beneficios de personas que les atendían voluntariamente. Este en un gran punto de debate, pues si todos somos por igual ciudadanos de pleno derecho, ¿porqué determinada atención a los mayores solos en sus casas ha debido darse por personas ajenas al sistema público que le debe proteger?. Solo espero que lo ocurrido sirva para que se pongan en marcha planes de contingencia reales que se adelanten a futuras situaciones de grave crisis social como la acaedida, ya que no solo ha sido de carácter sanitario.
Gracias por tu aportación y un saludo
Mil gracias Luz por tus amables comentarios. Nos ayuda tu solidaridad.
En relación a la apertura de los centros de día estar es una cuestión muy relevante que en estos momentos está sobre la mesa de varios estamentos tanto sanitarios como sociales. Por lo que a mí me llega de unos y otros parece ser una prioridad que los centros de día se abran de nuevo muy pronto, aunque con salvedades. No conocemos un día fijo para esto, lo siento.Todo dependerá de la situación epidemiológica de la comunidad que atienda el centro. En este sentido se podrá ver centros en nuestra Región que permanecerán abiertos y otros que cerrarán temporalmente, dependiendo de los picos de contagio de su zona. La idea, o así al menos es como yo la percibo, es hacer el menos daño posible al menor número de personas. Espero haber respondido adecuadamente a tu pregunta. Si no ha sido así, te ruego me lo has saber para intentar dar una mejor respuesta.
Muy buena ponencia,pone relevancia papel enfermería en las residencias los cuales tienen un papel super importante en la continuidad de los cuidados .gracias
A través de María, el ponente muestra las fases que se han vivido al aparecer la contingencia sanitaria por SARSCoV-2 en las Residencias; así, de las actividades cotidianas acerca de la atención y cuidado por parte de enfermería hacia los individuos mayores que están en las Residencias, dio paso a la alerta por la pandemia, evento que tomó a todos desprevenidos y que hizo que se abordarán medidas sanitarias para prevenir contagios. Esta condición modificó las actividades del personal de salud en las Residencias para identificar a residentes que pudiesen haber sido contagiados por sus familiares/visitantes, el propio personal de salud y/o los administradores de las Residencias. La conferencia plantea qué medidas se deben tomar por el personal de salud para prevenir/evitar contagios hacia ellos o hacia los residentes y pone en perspectiva qué pasará una vez que regresemos a condiciones de menor riesgo, pero sin obviar que el coronavirus estará presente.
En primer lugar enhorabuena por el tema seleccionado y por la ponencia tan clara e interactiva.
Me ha parecido interesante los leyes por las que se rige la residencia, siendo estas nada recientes. Mi pregunta sería, estas leyes podrían cambiar en un corto periodo de tiempo? cómo sería el protocolo de cambio?
La situación de los adultos mayores en las residencias es compleja, por que por un lado, en el mejor de los casos puede existir un servicio y atención adecuada por el personal de salud que los atiende, pero por otro, ciertamente existe discriminación social como bien se remarca en la ponencia, por la familia y por la sociedad misma, por abandono, soledad, trato inadecuado, situación que ciertamente ha sido agravada por la pandemia, y esta discriminación social es mundial, no tiene fronteras y en mayor o menor grado lo observamos en todas partes.
Acertado como mostráis la situación de las residencias, han sabido adaptarse a una nueva vida. El papel de los sanitarios de centros residenciales debería darse a conocer mas en la sociedad actual. Gran trabajo en equipo. Enhorabuena
Agradecer por el taller, me parece muy importante el trabajo que se hace en las residencias, definitivamente se aporta mucho y se gana mucho recíprocamente, dónde todos sales beneficiados, indudablemente es compromiso de todo el equipo interdisciplinar.
Es impresionante como lo habéis planteado y como aportáis tanta información en tan poco tiempo. El mundo residencia es muy bonito y no como se pinta en la televisión.
Muchas gracias por el taller. Lo he visto en diferido y me da pena haberme perdido el coloquio en directo. Pero tengo que destacar el análisis tan acertado de la situación de los cuidados en las residencias y de la delicada situación que se atraviesa actualmente con la pandemia. Creo que la figura de la enfermera en estos centros residenciales no está suficientemente reconocida y haría falta cambiar esta tendencia para mejorar la calidad y la continuidad de los cuidados a las personas mayores.
Gran planteamiento y mas aún el manejo de los contrastes en la atención en las residencias, es claro que para los adultos mayores la contingencia les ha traído grandes retos de adaptación, pero para aquellos que son parte de residencias donde se busca su bienestar en todas las esferas puede resultar un poco menos complejo. Sin embargo, ¿Cuáles han sido las experiencias de aquellos adultos mayores que han vivido la pandemia solos?, resulta muy inquietante dado que se les ha considerado población vulnerable, y las estrategias de abordaje se han enfocado a controlar la diseminación del virus, pero muy pocas de estas intervenciones se han ejecutado considerando los contextos, oportunidades e inequidades de esta población.
Buenas tardes, destacar y agradecerles toda la información que nos habéis aportado, realmente ha sido conmovedor todos lo que han pasado los Usuarios de las Residencias, los profesionales, las familias .
mi pregunta es cuando se tiene previsto abrir los centros de día en nuestra región? Las familias lo están pasando mal y los Usuarios están perdiendo muchas facultades. Gracias