Gracias, María Izaskun, por tu relato.
Hablas de amor por tu profesión, de "todo lo que a la fuerza hemos tenido que aprender", de solidaridad, de trabajo en equipo (incluso a distancia), de compromiso con aquellos a los que debes cuidar y de agradecimiento mutuo (el de ellos, por tu atención, y el tuyo, por su reconocimiento). Finalizas el relato con esperanza. Ojalá no olvidemos lo aprendido.
Este relato me hizo recordar tantas experiencias, yo docente con poco manejo de la tecnología en el lapso de una semana dando clases por zoom como la mas experta, ideando metodologías para lograr los resultado esperados. Mi nuera enfermera con niños pequeños y ella en primera linea, una sobrina fue mama sin visitas ni participación de la familia, otra se caso también sola porque había poco aforo y yo por ser enfermera no pude asistir . tanto desafío y ahí nos damos cuenta que el ser humano es maravilloso y su potencial es infinito