TY - JOUR AU - Esmeralda Lobera-Salvatierra AU - Blanca Vizcaíno-Bricio AU - Nieves Otín-Guarga AU - Lucía Garasa-Rivarés AU - Ana Belén Mongío-Pardo PY - 2022/06/21 Y2 - 2024/03/29 TI - Revisión bibliográfica sobre el tratamiento y terapias existentes para el dolor en las quemaduras graves JF - Nuberos Científica JA - Nuberos Cientifica VL - 5 IS - 35 SE - Revisión bibliográfica DO - UR - https://ciberindex.com/c/nc/3523nc AB - Se define quemadura a la lesión producida en la piel u otros tejidos por diversos agentes físicos, químicos o biológicos. La mayoría de las quemaduras producen dolor, sucede por una estimulación directa y lesión de nociceptores que se encuentran en la dermis y epidermis, se trasmite la información al cerebro a través de un impulso nervioso desde fibras nerviosas específicas hasta la médula ósea. El dolor en las quemaduras graves es intenso, angustioso y un problema importante que puede producirse durante largo tiempo incluso cuando la herida ya está cicatrizada. Pudiendo aparecer el dolor crónico, patológico y neuropático. Por eso, el manejo del dolor en este tipo de heridas es fundamental. Actualmente hay grandes avances en el tratamiento de las quemaduras graves, pero pueden ser largos y costosos. Deben ser multimodales y proporcionar analgesia de fondo permitiendo otra adicional en caso necesario durante los cambios de apósito, curas, intervenciones quirúrgicas etc… La analgesia con opioides potentes es la base del tratamiento para el dolor intenso (teniendo en cuenta los efectos adversos que pueden producir como tolerancia, estreñimiento, delirios etc…) Y se utilizan fármacos coadyuvantes en caso necesario como midazolan, ketamina, paracetamol, gabapentina, tramadol, dexmedetomidina, benzodiacepinas o tramadol entre otros. También se ha demostrado que otras intervenciones no farmacológicas como la musicoterapia, la realidad virtual, hipnosis, relajación pueden ayudar en el control del dolor en las quemaduras graves. Así pues, para un buen manejo del dolor en este tipo de heridas será importante mantener una visión holística del dolor y de la ansiedad. Llevar a cabo una correcta evaluación del dolor, conocer sus mecanismos, medirlo de forma adecuada a través de los instrumentos adecuados y administrar las terapias que mejor se adapten a cada paciente ER -